Sinopsis:
La palabra pensada ilumina.
Si muere el verbo, ¿muere también el sentimiento?
Mi voluntad de vivir radica en el esfuerzo del lenguaje. Del decir
o no decir depende, muchas veces, mi manera de disfrutar el mar, la
música, la tormenta, la amistad, las emociones…
A veces, el amor por la escritura puede convertirse en obsesión: el empeño de la narradora por registrar negro sobre blanco el goteo de la vida la lleva a un recorrido minucioso por los monumentos que han marcado su biografía, de la muerte temprana de la madre a la peculiar relación con el padre; de los juegos perversos de la infancia al desamor matrimonial y al hilo prieto de amantes que configuran su experiencia amorosa; del rencor por las presencias impuestas al desvelo por unas hijas que crecen como plantas jóvenes, pidiendo espacio para la alegría y el dolor.
Convencida de que solo lo que puede escribirse merece ser vivido, la mujer que transita por esta excelente novela de Nuria Amat deja tras de sí rastros de tinta que son hermosas y vivas palabras.
La opinión del editor:
Al leer Deja que la vida llueva sobre mí nos pareció entrar en un mundo al revés, donde la escritura era la encargada de dar cuerpo a las emociones. Frases destiladas, sentimientos que nacen a la sombra de un verbo, adjetivos que casi explotan en la página. Así es la prosa valiente de Nuria Amat, una autora que incorporamos ahora al catálogo de Lumen.
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